Algo va quedando en el camino,
un atisbo de sueño,
eso es solo la vida,
una sospecha, un barrunto.
Cada día, algo escapa,
Hoy una inquietud,
mañana una breve ilusión,
luego por cada risa,
te ahogarás en un mar de llanto.
Algo se va quedando,
se enreda entre las flores del camino,
se va en el leve vuelo de la brisa.
Algo dejamos cada día, cada noche,
en cada adiós, cada regreso,
en el beso, la caricia,
en el resentimiento y el afecto.
Algo marca la piel
dejando en ella, una marca imborrable.
Es la hiel, el acíbar
que frunce las paredes del alma,
la que vamos dejando en cada despedida,
sale por la ventanilla de un avión
y estrella en el mar,
cuando ya de nosotros solo queda
un pellejo insensible.
Un poema existencial y de interesante lectura. Un gusto visitarte amiga.
ResponderEliminarCordiales saludos
ASÍ ES QUERIDA AMIGA POCO A POCO VAMOS DEJANDO TTROCITOS DE PIEL EN ESE CAMINO QUE NOS TOCA RECORRER SE NOS VA EL ALMA EN ELLO Y ASÍ TROPEZANDO Y LEVANTANDO LLEGAREMOS A ESA META.Besitos y buen finde.
ResponderEliminarY todo ello va marcando nuestra vida, va escribiendo en el aire nuestro devenir.Lo bueno, lo malo, es como una agenda indeleble que no se destruirá pese al tiempo.
ResponderEliminarBella composición, Miuris.
Un beso
Mi querida Mariela,gracias amiga, abrazos para ti.
ResponderEliminarES verdad María Carmen, cada día, algo vamos dejando, sembrado en tierra fértil o abandonado en un camino seco, hasta el fin, hasta siempre.
ResponderEliminarAbrazos
Mi apreciado Arruillo, cuanta verdad encierran tus palabras.
ResponderEliminarGracias por dejar tu huella en Mis Vendimias.
Abrazos