
Decir mantecado, es decir Navidad, andaluces y españoles en general, conocen este dulce tradicional que no falta en los hogares de Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba y demás pueblos andaluces, en las fiestas navideñas.
A todos nos encanta, pero cuantos saben algo sobre su origen?
Pues bien mis queridos lectores, se dice que tienen reminiscencias árabes, sin embargo, este dulce es andaluz cien por ciento.
Estepa y Antequera, Sevilla y Málaga, se disputan la primacía, sin embargo, es Estepa la ciudad que figura como cuna del mantecado, incluso a nivel internacional, Estepa, en Sevilla, es conocida como el lugar donde nace este exquisito manjar navideño.
Fabricado exclusivamente para los tiempos navideños, su producción empieza desde muchos meses antes de diciembre, es un dulce que no tiene élite, diríamos que tal vez el único degustado en mesas de ricos y pobres.
Los datos sobre la fecha de su origen son un tanto confusos, algunas fuentes indican que desde el siglo XVI empezaron a elaborarse, en este caso hablan de milenarias técnicas, herencia árabe.
El nombre de mantecado, viene de la manteca de cerdo, siiii amigos, aunque no lo crean, bueno, hablo en este caso a los andaluces, porque estos sabrán al dedillo la historia de los mantecados, pero como me leen en otros países, trato de ser más explícita.
Verán, el terreno de Estepa era apto para la siembra de cereales, se cultivaba el trigo sobre todo, del cual se extraía una buena harina para la repostería. Las dehesas de Estepa, eran además ricas en encinas, pastos y bellotas, de los cuales se nutrían, los cerdos, motivo por el cual era abundante la matanza de cerdo ibérico, cuya excelente manteca excedía a las necesidades requeridas y en ese caso, era empleada en la producción de dulces caseros, así surgieron los mantecados.
Como siempre sucede con el origen de los dulces y pastelería mas afamados, los conventos entran a formar parte de la historia, los de la zona de Sevilla cercanos a Estepa, fueron pioneros en la producción de las conocidas tortas de manteca estepeñas.
Luego surgiría la producción de mantecados y polvorones, que no es la misma cosa, aunque muchos se confundan.
Se cuenta que fue Doña Micaela Ruiz Téllez, una estepeña la que revolucionó la historia del mantecado. Esta ama de casa, aprovechaba que su marido llevaba mercancía de un lugar a otro, para vender sus dulces fuera de Estepa y para lograr que los dulces resistieran las inclemencias del camino y el tiempo, tuvo la idea de ponerlos a secar, de esa manera, los mantecados mantenían su frescura, tiernos por dentro y crujientes por fuera, que inteligente Doña Micaela!
Con el tiempo, los mantecados fueron conociéndose en todo el territorio español, hoy en día este dulce es conocido en muchos lugares del mundo y por los ricos mantecados, es conocida esta ciudad de Sevilla, llamada Estepa.
Como nota curiosa, en Estepa, en homenaje al mantecado, existen calles con nombres como Avenida de la Canela, Calle Almendra, Ajonjolí, Alfajor, Calle Azúcar, que dulce!
Toda Estepa, se impregna de olor a canela y almendra, desde agosto, que es cuando se inician los preparativos, hasta diciembre que se elaboran.
De Estepa, la herencia de los mantecados se ha ido hasta Sevilla, Antequera, Rute, Cazalla de la Sierra y dos lugares mas alejados en los que también se presume de selectos mantecados, los polvorones toledanos y Tordesillas en Valladolid.
Recordemos estos nombres, "mantecados y polvorones", sin olvidar su parentesco y similitud, estando concientes de sus diferencias, para que cuando alguien nos brinde uno y otro, sepamos cual es cual.
Mantecado? Humm, sepamos que tiene menos harina que el polvorón y es mas compacto porque tiene clara de huevo que sirve como aglutinante.
Polvorón!! Se deshace en la boca, así como unos labios sedientos de un beso. Riiiico!