Los
suyos eran recuerdos poblados de gloria, de nombres de famosos, recuerdos de
manchados de La Mancha, su terruño, lugar donde empezó a dar alas a sus sueños.
Nunca
se marcó límites, alcanzó todo aquello que deseó, desafió una época peligrosa
de prohibiciones y tabúes, ella fue posiblemente, la primera mujer que tuvo el
coraje de despertar el deseo de los hombres españoles, con sus escotes
generosos, sus labios movidos de manera sensual, su manera de caminar.
85
años puede ser mucha vida, sobre todo si se ha vivido bien y Sara Montiel vivió
su vida a plenitud, al menos se lleva
consigo sus emociones, amores, su ego siempre en alto, era una mujer del
diablazo, la estampa de la verdadera diva.
Nació
en Ciudad Real en 1928, en Campo de Criptana, en medio de la Mancha tierra de
vinos, del Quijote y de su majestad Saritísima.
Fue
una española pionera no solo en atreverse a cautivar con su sensualidad, fue
además el primer producto español que conquistó Wollywood, fue protagonista de películas tan recordadas como
El último Cuplé o Veracruz, La Violetera, El Relicario...
Su
aparición en grandes escenarios de América y el mundo pitillo en manos y tarareando fumando espero…
o lamiendo con sensualidad sus labios que desataban la adoración masculina
cantando “Bésame mucho”.
Esta
mujer leyenda y realidad ha muerto hoy dejando escrita una historia de vida que
indudablemente marca con letras doradas no solo al cine y canto español, sino a
la mujer española que tuvo siempre en ella, un ejemplo de coraje y decisión.
Que
satisfacción vivir de esa manera, si de todas formas moriremos, al menos Sara
se lleva con ella recuerdos, vida, emociones y amores saboreados con alma y
piel.
Hasta
siempre Saritísima, admiro tu manera especial de vivir, confieso que no siempre
se puede, sin embargo hay que romper barreras y saltarse las normas si al final
queremos llevarnos no solo las piedras del camino, sino también, recoger
algunas rosas y hacer con sus pétalos, un relicario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario