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sábado, 27 de agosto de 2011

Decir adiós


Decir adiós,

volar y en la distancia,

ser gaviota sin rumbo,

que navega en los mares

perdidos del olvido.

Cruzar mil horizontes,

bordear las orillas

de todos los caminos,

con los ojos vendados

y el alma estremecida.

Si decir adiós,

fuera tan solo decirlo,

si al hacerlo no se fuera

en pedazos el corazón entero,

lo habría tal vez, intentado,

prefiero sin embargo,

simplemente,

dejar que se olvide mi nombre,

que nadie me recuerde.

4 comentarios:

  1. Muy sentido y nostálgico, Miuris; el adiós nos quiebra el alma. Un abrazo, amiga.

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  2. Nunca decimos adiós del todo, siempre queda algo para el recuerdo...como este poema, que lo tendrás presente de vez en cuando en tu memoria.
    Un beso

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  3. Gracias Mariela, un gran abrazo amiga

    ResponderEliminar
  4. Amigo Arruillo, al fin regresan los blogueros, ya estaba bien de vacaciones.

    Gracias y bienvenido.

    ResponderEliminar

¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.