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viernes, 4 de noviembre de 2011

Sexo ecológico?

La publicidad se encarga de que el consumismo haga estragos sobre diversas circunstancias. Hace algunas décadas empezó a hablarse de los productos ecológicos y sus bondades, lo que empezó siendo tímidas campañas aisladas en distintas partes del mundo, es hoy en día el boom publicitario más difundido.

Se habla de “cosas” ecológicas, los supermercados tienen departamentos especiales donde se expenden productos de esa naturaleza.

Recuerdo la primera vez que asistí a una charla sobre agricultura ecológica, incluía una degustación de productos todavía en fase experimental, el café que tomamos por ejemplo, no me agradó en absoluto, soy una cafetera empedernida y fui de las primeras en “asaltar” aquella bandeja, la experiencia no fue gratificante.

El tiempo ha pasado y se ha incrementado eso de la ecología, que si comestibles, productos de consumo, cosméticos…

Nunca se me había ocurrido imaginar sexo ecológico, pero saben que? Existe.

En esta semana, escuchaba Cadena Ser, donde trataban el tema y dediqué mi atención, pensando en que sería un buen tema para investigar, que sí, que solo pensé en eso, no se me ocurría nada más al respecto, ellos lo trataban con respeto y con orientación sicológica, sin embargo, era inevitable que tratándose de sexo, no despertara una que otra picardía.

No se porqué siendo ésta una acción tan natural, descrita hasta en las Sagradas Escrituras, se tejan a su alrededor, tantas diabluras. Entre las llamadas al programa, una me llamó la atención, era un señor que contó la experiencia romántico-ecológica que vivió con su esposa en una cita concertada en pleno campo, en medio de la naturaleza, sobre acolchado césped, en un bosquecillo de flores silvestres cuyo aroma llenaba el ambiente, mariposas revoloteaban y las avecillas entonaban sus trinos más selectos (heyyy, esto no lo dijo él, son adornos de mi peculio, para hacer más interesante el relato).

Salió un conejo de no sabe dónde, (esto si lo dijo), ignoro la simbología del conejo en ese momento, en fin, el caballero concluyó con que fue el mejor sexo de su vida en pareja.

Envidiable no? Cualquiera siente ganas de probar, se va al súper y compra unas chucherías ecológicas, nada contaminante, nada de sazones ni sabores exóticos, todo natural, dispuestos a probar hacer el sexo ecológico, paisajes sobran, bajo olivares o tras las adelfas, entre viñedos, una vendimia especial que quien sabe lo que resulte.

El caso es que Cadena Ser, detonó esa idea, motivando mi deseo de investigar, encontrando todo un mundo casi insólito diría yo, sobre sobre sexo ecológico, que yo desconocía, hay que ver que inocente soy.

Pues nada amigos, hoy es viernes, solo que salir al campo en este tiempo de lluvia, por muy ecológico que sea, podría provocar algunos problemillas, así que cuidadín además con ciertos bichos que pululan en el campo, que es su lugar caray y ahora unos cuantos esnobistas, promueven este tipo de actividades en su hábitat, en detrimento de su existencia, porque los matarán, ah, pero eso sí, nada de insecticidas, o cremitas especiales, nada que no sea ecológico, debe ser usado.

No se preocupen, hay de todo ya, hasta portales de encuentro de ese tipo de sexo, el que quiera saber, que busque y encontrará, buena suerte a quienes lo intenten, a pesar de ser un tanto aventurera, me quedo con el método convencional.

1 comentario:

  1. Supongo que habrás oido alguna vez aquello del "polvo del camino", referido al camino del Rocio o la chica que confundía la repoblación forestal con practicar el sexo bajo los árboles, o lo de las verdes praderas...a este respecto la imaginación es libre y el juego de palabras -como la del conejo que citas- unido a las mentes más o menos calenturientas, hacen el resto. Así es nuestra lengua y así somos los humanos, por tanto unir ecología y sexo no tiene nada de extraño ¿habrá algo más natural?
    Un abrazo

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.