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jueves, 8 de julio de 2010

Amor, Pasión...

Ese tumulto de emociones llamado pasión, a veces confundido con el amor, es una circunstancia que casi siempre acompaña al amor, pero que no debe confundirse con este, ya que si en verdad la pasión es necesaria, no es menos cierto, que ambos se complementa y que amor sin pasión, es como un una flor sin aroma, pero basar una relación solo en ella, (la pasión), es condenarla al fracaso.

Cuanto puede durar esa pasión arrolladora que nos hace vivir al rojo vivo? Lo esencial es que no muera nunca, pero lo verdaderamente real es que a medida en crece y se desarrolla el amor, en la cotidianidad de la vida, la pasión se va apaciguando dando paso a su vez a una situación de ternura, serenidad y complicidad que une a la pareja.

La pasión es una motivación irreductible, algo que nos impulsa a una necesidad biológica tan normal como la vida misma. Se une siempre al impulso sexual, pero no necesariamente lo es, ya que el anhelo de satisfacción sexual y pasión, cada una ocupa un espacio diferente en el cerebro humano.

Con el paso de los días y meses, la pasión inicia su declive y va tomando su lugar un amor calmado y profundo.

Aquellas emociones profundas y vehementes, se evaporan, y las miradas de fuego, dan paso a una mirada dulce y a un sentimiento de calma y seguridad.

Pero cuidado! No es que una pareja después de un tiempo, va a hacer vida de santos, porque podría darse el caso de que el amor perezca.

Que la pasión se apacigüe con el tiempo, es absolutamente normal, pero ninguna pareja debe permitir que el componente pasión, se aleje de sus vidas, sería un sacrilegio dejar que muera una relación, por dejarse atrapar por la rutina de una vida insubstancial.

Muchos, basados tal vez en dogmas erróneos, unos actuando hipócritamente, los menos

acaso, más sinceros, se aferran a la idea de ver a la pasión entre pareja, como pecaminosa, es algo que cada uno tiene la potestad de dar cabida en su vida, si permanecer ciegos o como en el caso de los hipócritas, aparentar una vida de cara al público y otra muy diferente en la intimidad.

Quienes así procedan se perderán una de las partes más gratificantes de esta vida efímera, que terminará cuando menos lo esperemos, dejando a cada cual solo las emociones y satisfacciones que hayan acumulado.

Lo verdaderamente relevante sería tener la suficiente inteligencia para mantener enlazados amor y pasión en una cadena indestructible.

1 comentario:

  1. Una entrada muy interesante Miuris. Coincido en todo y tengo por creencia que luego de la pasiòn ( si tuvo algo que ver con el amor) èste aflora. Si sòlo se limitò al deseo sin lograr ver màs allà, entonces perecen ambos.

    En el primer caso, la pasiòn puede resurgir en algunos ciclos ! Benditos ciclos!En el segundo, se extingue simplemente sin que quede nada màs que el recuerdo de su fuego muchas veces confundido con cenizas de amor.

    Te envìo un abrazo y Buenas noches amiga!

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.