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viernes, 7 de mayo de 2010

Los Patios de Córdoba


Córdoba viste su gala policromática para recibir el mes de mayo y con él, festejar la belleza inigualable de sus patios.
Un esplendoroso espectáculo que sella los labios y abre desmesuradamente la mirada, pretendiendo captar la excelsitud de la gama de colores que dispersos aquí y allá, engalanan los espacios cordobeses.
Desde 1918 se celebra este festival de colores y aromas que el Ayuntamiento de la ciudad patrocina, sin embargo se diría, que toda Andalucía es un jardín que en cualquier época del año despunta ya en azahar, ya en jazmines, rosales o begonias. Desde el 5 hasta el 16 de mayo, puede admirarse el derroche de tiestos colgantes de paredes blanqueadas cuyo albo maquillaje contrasta a la perfección con los matices azulados, verdes, violetas, rosáceos, rojos, naranjas… …
La belleza de las flores encuentra en la cerámica andaluza, el recipiente más idóneo, ambos se complementan, resultando difícil acertar entre cual es complemento del otro.
Casas de familia, instituciones religiosas y públicas, hoteles, es como si al unísono, se movieran unos hilos invisibles por medio de los cuales toda Córdoba se una y se haga sensible a la sublime detonación que revienta en colores y fragancias y que saliendo de los límites de la provincia, va saliendo a otras partes de España y del mundo.
Este año, los maceteros colgando de patios, paredes, árboles y cualquier otra plataforma, fueron admirados por millones de personas a través del buscador principal de Google en español, que durante todo el día de la inauguración del festival, expuso su belleza.
Ir a visitar los patios es la excusa perfecta para sevillanos y otros vecinos de Córdoba, para a la vez, “tirar al aire una canita”, dejando atrás las cuatro paredes de la casa, desinhibirse y abandonar la rutina para en contubernio con el espíritu, disfrutar del cielo azul, de las nubes, de las gotas de lluvia si acaso el cielo quisiera bendecir con ellas la maravillosa visión de los Patios.
Recorrer balcones, rejas, calles y jardines, dejarse llevar por el acaso, o tal vez por la complicidad de una mirada, o por la calidez de unas manos que así como al descuido, se entrecrucen con las nuestras, llegando hasta una taberna, siguiendo la ruta de un buen vino, unas tapas, una cerveza sin, o con, depende de la compañía.
En casi todo el mundo se conoce la tradicional belleza de los patios andaluces, es una excelente idea que por medio de un concurso, se incentive el cuidado y la permanencia de las flores, de los patios que en este tiempo suelen ser algo no desfasado, sino prohibitivo, debido al alto costo por los cuidados que hay que dedicarle.
De esta manera, además de conservar en buen estado las flores y que los patios se conserven siempre hermosos, se tiene la doble ventaja de que es un estímulo, saber que cada año, la ciudad será visitada por mucha gente con el solo interés de admirar los Patios de Córdoba.

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¡Brindis!

Esta es la mejor cosecha, el brindis exquisito de las letras.